Cuando una empresa promueve sus iniciativas de diversidad e inclusión, no debemos detenernos ahí a la hora de evaluar si esa empresa es ética o no. En otras palabras, si se incluye a personas de diversos orígenes en puestos de trabajo con malas condiciones laborales, no se trata en absoluto de una forma de mejora.
Debemos aspirar a la equidad y la justicia laboral, porque esto ofrece la oportunidad de que TODAS las personas reciban un trato justo.
El emprendimiento social y la inversión de impacto destacan como oportunidades para mejorar la vida de las personas que siguen experimentando una extracción insaciable de sus recursos naturales en sus comunidades de origen, que no reciben una compensación justa por su trabajo y que simplemente no son capaces de ir más allá de pensar en la supervivencia.
En un ensayo de Dafina-Lazarus Stewart sobre cómo cultivar la equidad en la educación, descubrí que la misma llamada a la acción se aplica al mundo del trabajo si nosotros también queremos soluciones sistémicas.
NESsT apoya a empresas sociales que aportan innovaciones tecnológicas a comunidades rurales en lugares como los Andes y el Amazonas, para que puedan acceder a mayores ingresos al tiempo que protegen los recursos naturales y el medio ambiente en el que viven. NESsT también apoya la incorporación de personas que se enfrentan a las mayores barreras para trabajar en carreras a largo plazo en industrias de alto crecimiento.
En ambas circunstancias, existe la posibilidad de que las empresas que trabajan con la extracción de recursos naturales o las que apoyan la creación de empleo mantengan el statu quo de las prácticas empresariales poco éticas que ya puedan existir.
Mientras NESsT prosigue su labor para ayudar a 50.000 personas a acceder al empleo en los próximos cinco años, nos hemos mostrado inflexibles a la hora de trabajar en zonas y con personas que han sido sistemáticamente objeto de múltiples agresiones por motivos de raza, sexo, clase social, orientación sexual, etc.
Como NESsT trabaja con empresas sociales y negocios que ofrecen empleo digno, queremos asegurarnos de que éstos realmente ofrecen mejoras en la vida de las personas que más lo necesitan.
Métricas de empleo digno
¿Cómo se mide la dignidad de un trabajo? En la primera iteración de nuestra encuesta identificamos los parámetros que debíamos seguir:
Al cribar los datos para compararlos con el salario mínimo y el nivel de pobreza, estamos empezando a hacernos una idea muy clara de nuestra Portafolio y sus beneficiarios.
Nos enteramos de que los empleados de nuestras empresas sociales ganaban hasta el 256% del salario mínimo en sus países, y que los ingresos totales de los hogares oscilaban entre el 98% y el 580% del umbral de pobreza, según el país. Sin embargo, nos preocupa que los datos muestren que algunos de nuestros modelos de proveedores aportan un porcentaje menor de los ingresos familiares de lo que esperábamos, y queremos entender por qué.
Al medir estas métricas, NESsT analiza fácilmente el impacto de nuestras inversiones. Gracias a este proceso, hemos identificado empresas que no son capaces de ofrecer un nivel de empleo superior e incluso hemos salido de ellas.
Lo que tú y yo podemos hacer
A medida que la comunidad de inversores de impacto se esfuerza por fortalecer a las empresas que valoran la transparencia y la justicia, nosotros, como consumidores y seres humanos, podemos participar en este proceso.
- En su propio lugar de trabajo, no plantee cuestiones sobre diversidad e inclusión, sino sobre equidad y justicia.
- Apoyar a las empresas que son transparentes y éticas en cuanto a su cultura laboral, sus valores y sus normas medioambientales.
- Conviértase en un filántropo de riesgo. Considera cómo una donación a una empresa social puede contribuir a aliviar la pobreza creando valor y desarrollo profesional a largo plazo.
Hasta que todas y cada una de las personas de nuestras comunidades sean capaces de ir más allá de la supervivencia y perseguir sus pasiones, este trabajo no habrá terminado.
Hasta que no vayamos más allá de otorgar el máximo valor a los ingresos empresariales y diseccionemos cómo se comparte este valor entre las personas que forman parte del proceso, este trabajo no estará hecho.
Y hasta que no incluyamos el impacto medioambiental en la valoración de todas las empresas, este trabajo no estará hecho.
¿Comparte usted esta aspiración colectiva? Háganoslo saber en los comentarios.
Fuentes:
Language of Appeasement por Dafina-Lazarus Stewart, Inside Higher Ed, marzo de 2017.
Equidad frente a igualdad: Debunking the Corporate Myth of Meritocracy por Brittany Harris, The Inclusion Solution, agosto de 2017.